Oscar Rosero @endocrinorosero

ene 165 min.

Flúor en la sal, debo tener miedo?

La clasificación del fluoruro como contaminante y no como nutriente o medicamento es un punto de partida útil para analizar el efecto adverso del fluoruro.

Es claro mencionar que nunca se ha documentado ninguna enfermedad por deficiencia de fluoruro en humanos.

Se habla de "ingesta adecuada" de fluoruro en la supuesta capacidad del fluoruro ingerido para prevenir las caries.

El entusiasmo con el que se introdujo el fluoruro como medida de salud pública en la década de 1950 está dando paso gradualmente a un análisis más racional de sus beneficios y costos como tecnología de prevención de caries.

Desde entonces, se han diseñado formas de suministrar flúor a la población; una de ellas es aplicar al agua potable.

Sin embargo, una de las principales preocupaciones sobre la fluoración del agua es la incapacidad de controlar la dosis individual de fluoruro ingerido.

En un metanálisis de 27 estudios, en su mayoría realizados en China, sobre el fluoruro y la neurotoxicidad, investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard y la Universidad Médica de China en Shenyang encontraron fuertes indicios de que el fluoruro puede afectar negativamente el desarrollo cognitivo en los niños.

Otra preocupación es el impacto del fluoruro ingerido en la glándula tiroides. En un estudio de 2005, se encontró que el 47% de los niños que viven en un vecindario de Nueva Delhi con un nivel promedio de fluoruro en el agua de 4,37 ppm tienen evidencia de hipotiroidismo clínico atribuible al fluoruro. Encontraron niveles casi bajos de FT 3 entre todos los niños expuestos al agua fluorada. Los mecanismos a través de los cuales el fluoruro exacerba el hipotiroidismo incluyen la unión competitiva con el yodo, así como la obstrucción de la síntesis de T 3 y T 4.

El impacto más obvio y generalizado del fluoruro es la fluorosis dental. En algunos casos, cuando los niveles de fluoruro son muy altos o cuando hay una ingestión prolongada de 2 ppm o más, se han informado casos de fluorosis esquelética. La fluorosis esquelética es una enfermedad ósea metabólica crónica causada por la ingestión o inhalación de grandes cantidades de fluoruro.

El fluoruro es un conocido disruptor enzimático. Por ejemplo, el efecto anticaries del fluoruro se deriva en parte de su capacidad para alterar las enzimas de las bacterias cariogénicas. El fluoruro puede interferir uniéndose a iones metálicos ubicados en el sitio activo de una enzima o formando enlaces de hidrógeno competitivos en el sitio activo que no se encuentra exclusivamente en los dientes. Hay 66 enzimas que se ven afectadas por la ingestión de fluoruro, incluidas las oxidasas P450, así como la enzima que facilita la formación de esmalte flexible. Un estudio reciente de los efectos de los compuestos de fluoruro inorgánicos en las funciones celulares humanas reveló que el fluoruro puede interactuar con una amplia gama de procesos celulares mediados por enzimas y genes modulados por el fluoruro, incluidos aquellos relacionados con la respuesta al estrés, las enzimas metabólicas, el ciclo celular, las comunicaciones celulares y transducción de señales. Debido a la alta negatividad del fluoruro, interactúa activamente con iones cargados positivamente como el calcio y el magnesio. En entornos industriales, la intoxicación por ácido fluorhídrico generalmente se trata con gluconato de calcio intravenoso, ya que dicha intoxicación se asocia con hipocalcemia aguda. Al igual que el calcio, el magnesio desempeña un papel importante en la formación óptima de huesos y dientes. Al competir con el magnesio y el calcio en los dientes y los huesos, el fluoruro altera los delicados procesos de formación y resorción ósea. Estos trastornos, y la consiguiente intensidad de los efectos adversos del fluoruro sobre los huesos y los dientes, se amplifican en la desnutrición, la deficiencia de calcio y la deficiencia de magnesio. La ingestión crónica de fluoruro se asocia comúnmente con hiperpotasemia y la consiguiente fibrilación ventricular.

Existen también reportes de toxicidad sistémica sobre todo en mujeres embarazadas y su efecto sobre el recién nacido.

Dado que el flúor es un ión que se encuentra de forma natural en el ambiente, los alimentos contienen diversos contenidos de flúor de forma natural.

El fluoruro se encuentra naturalmente en pequeñas cantidades en muchos alimentos. Aquí hay algunos alimentos que a menudo contienen más fluoruro:

1. El té, especialmente el té negro, puede contener fluoruro.

2. Pescado marino: Los peces de aguas marinas, como el atún y el bacalao, tienden a acumular fluoruro en mayor medida que los peces de agua dulce.

3. Mariscos: Algunos mariscos, como las almejas y los mejillones, pueden contener niveles más altos de fluoruro.

4. Algunos vegetales: Las verduras y hortalizas pueden contener fluoruro en cantidades variables, dependiendo de factores como el tipo de suelo en el que se cultivan.

5. Productos de soja: Algunos productos de soja, como la leche de soja, pueden contener fluoruro.

En cuanto al agua, en Colombia no hay adición de flúor al agua potable.

Ahora pasemos al tema de la sal. En Colombia, por disposición del ministerio de salud desde 1996 se estableció la adición de flúor a la sal, así como la adición de yodo, en las siguientes concentraciones: Yodo (50 – 100 ppm) y Flúor (180 – 220 ppm).

Esto quiere decir que seguimos lineamientos de consumo máximo de sodio al día de 5 g; para un adulto, estaríamos consumiendo 1 mg de flúor al día.

La Dosis de Tolerancia Segura (DTS), la cual, a pesar de ser ingerida en un solo momento, no produce síntomas manifiestos de intoxicación aguda y se presenta con valores entre 8 y 16 mg/kg de peso, que claramente es muy alta.

En los niños, se debe tener en cuenta que la mayor fuente de flúor es la crema dental.

Conclusión:

En nuestro recorrido por el uso del fluoruro en la prevención de caries, es esencial sopesar sus beneficios y desafíos. Aunque se considera clave en la lucha contra las caries, el fluoruro plantea interrogantes sobre su clasificación como contaminante y su falta de evidencia de enfermedades por deficiencia.

La fluoración del agua, iniciada con gran entusiasmo, ahora enfrenta un escrutinio más detenido debido a preocupaciones sobre neurotoxicidad y efectos en la tiroides, según estudios recientes. La fluorosis dental es un recordatorio palpable de que la prevención puede tener consecuencias.

Aunque la adición de fluoruro a la sal en Colombia sigue directrices de salud, nos insta a considerar nuestra ingesta diaria. La dosis de tolerancia segura y las preocupaciones sobre su impacto en grupos vulnerables, como niños y mujeres embarazadas, enfatizan la necesidad de una evaluación equilibrada.

Este análisis no descarta los beneficios del fluoruro, pero destaca la importancia de cuestionar prácticas de salud pública y tomar decisiones informadas. En última instancia, el equilibrio entre prevenir caries y mitigar riesgos requiere una reflexión consciente, recordándonos que la salud bucal y general son esenciales y merecen nuestra atención crítica.

Oscar Rosero Olarte

Medicina Interna - Endocrinología

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