Oscar Rosero @endocrinorosero

18 de jun de 20223 min.

Síndrome de Ovario poliquístico y Dieta Cetógenica Hipocalórica. Sera efectiva?

Existe vínculo entre la obesidad y el síndrome de ovario poliquístico, la cual es una enfermedad crónica que afecta al 10 % de las mujeres en edad fértil y que presenta fenotipos diversos con características diferentes.

La fisiopatología de este síndrome se caracteriza por la interacción de tres factores: exceso de andrógenos, disfunción del tejido adiposo y resistencia a la insulina. Estos factores interactúan entre sí y se expresan de manera diferente.

La disfunción del tejido adiposo es central en esta patología. Esta centralidad resulta de su asociación con secreciones, como ácidos grasos libres, citocinas proinflamatorias, ciertas adipocinas que promueven la resistencia a la insulina, glucocorticosteroides, andrógenos y estrés oxidativo.

Este estrés oxidativo también produce hipotoxicidad ovárica que agrava la función ovulatoria.

En este contexto, la dieta cetogénica muy baja en calorías puede ser útil de varias maneras: reducción de peso, favoreciendo la pérdida de grasa principalmente visceral/abdominal, disminuyendo la lipotoxicidad y mejorando inflamación, hiperinsulinemia y resistencia a la insulina.

Este fue el camino seguido para realizar un estudio que tuvo como objetivo analizar los efectos de la dieta cetogénica muy baja en calorías sobre las manifestaciones del síndrome de ovario poliquístico en el fenotipo de obesidad.

El objetivo era comparar los efectos de una dieta cetogénica muy baja en calorías y la dieta estándar baja en calorías (hipocalórica) como grupo de control, dijo. Los efectos estudiados incluyen peso corporal, resistencia a la insulina, ciclo menstrual, ovulación, morfología ovárica e hiperandrogenismo en una población de 30 mujeres obesas con síndrome de ovario poliquístico y resistencia a la insulina.

Las participantes del estudio tenían un diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico según lo definido por los criterios de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y tenían entre 18 y 45 años. Estas mujeres fueron asignadas aleatoriamente a dos grupos de igual tamaño: experimental (dieta cetogénica muy baja en calorías) y control (dieta hipocalórica). Las mujeres asignadas al grupo experimental siguieron la etapa cetogénica durante ocho semanas y luego pasaron a la segunda fase de dieta baja en calorías durante ocho semanas más, mientras que las del grupo de control (dieta hipocalórica) siguieron la dieta baja en calorías durante ocho semanas. las 16 semanas.

Los resultados primarios fueron los cambios en el peso y la composición corporal, específicamente la masa grasa y la masa magra, medidos por bioimpedancia. Se consideraron resultados secundarios los cambios observados en los siguientes aspectos: distribución de la grasa abdominal, parámetros metabólicos, ovulación, morfología ovárica, hirsutismo, hiperandrogenismo, bienestar psicológico y malestar psicológico. También se analizó cualquier reducción en el estroma ovárico, el área donde se sintetizan los andrógenos.

Los autores del estudio encontraron que aunque el IMC disminuyó en ambos grupos, esta reducción fue mayor en el grupo que siguió la dieta cetogénica muy baja en calorías. Se observó una pérdida de peso significativa en ambos grupos, 12,4 kg frente a 4,7 kg. También se observaron diferencias significativas en el perímetro de cintura (-8,1% en el grupo experimental vs. -2,2% en el grupo control), masa grasa (-15,1% vs. -8,5%) y testosterona libre (-30,3% vs. + 10,6%). Solo el grupo experimental vio una reducción en la insulina.

Un punto clave con respecto al hiperandrogenismo, especialmente con respecto a lo que se conoce como testosterona libre, solo hubo una reducción significativa en el grupo de dieta cetogénica muy baja en calorías. Esta reducción fue especialmente evidente en la primera parte del estudio, coincidiendo con el periodo cetogénico. La razón de este efecto radica en el aumento significativo de la concentración de globulinas transportadoras de hormonas sexuales, SHB6. Dichas globulinas se unen a la testosterona presente en sangre femenina, produciendo una reducción de la testosterona libre, un efecto muy importante teniendo en cuenta que este síndrome es un trastorno androgénico. Además, los tratamientos actuales para el síndrome de ovario poliquístico no reducen la testosterona libre tanto como lo hace este enfoque dietético.

Entre todos estos efectos positivos en estas pacientes, quizás el más importante sea la notable mejoría que se produce en la ovulación. Al inicio del estudio, solo el 38,5 % de las participantes del grupo experimental y el 14,3 % de las del grupo control presentaban ciclos ovulatorios. Después de la intervención, el 84,6 % logró ovular, frente al 35,7 % que logró esta meta en el otro grupo.

De esta manera este método puede ser válido para reducir la masa grasa y mejorar rápidamente el hiperandrogenismo y la disfunción ovulatoria en mujeres con obesidad y síndrome de ovario poliquístico.

Pero atención, este tipo de regímenes debe ser orientado por médicos o nutricionistas con experiencia.

Ref.

  1. Pandurevic S, Dionese P, Mancini I, Mitselman I, y cols. Efficacy of very low calorie ketogenic diet in obese PCOS: a randomized controlled study. Endocrine Abstracts. 2022. 81 P193. doi: 10.1530/endoabs.81.P193.

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